Desde hace años, tanto para aquellos que practican deporte de forma regular como para aquellos otros que no lo hacen tanto, cuando se habla de magnesio es difícil escuchar algún comentario que alerte sobre el consumo poco responsable de este mineral, siendo la mayoría de las conversaciones sobre las virtudes de este micronutriente en la prevención de los tan temidos calambres musculares y/o de la producción de energía inmediata a través del ATP, entre otros comentarios que en numerosas ocasiones no se ajustan a la realidad metabólica de este mineral ni en las aplicaciones fisiológicas del mismo. Es por ello que en este artículo centre la información en los posibles riesgos que corremos al tomar magnesio de forma no controlada o masiva, para en muchos casos provocar un efecto totalmente opuesto al que pretendíamos con la toma del mismo.

Introducción general al magnesio.

Se trata de un mineral con carga positiva o lo que es lo mismo un catión divalente cuyo símbolo químico es Mg2+, tiene un papel fundamental en nuestro organismo, tanto en la función fisiológica como a nivel estructural:

1. Producción de energía a nivel celular al estar relacionado con el ATP a nivel mitocondrial y de esta manera estar involucrado tanto en la obtención de energía a través del metabolismo aeróbico como en el anaeróbico.

2. Forma parte de estructuras que a su vez sirven de almacén fisiológico del mismo como los huesos, aparte de membranas celulares.

3. Es un nutriente activo en procesos de transporte de iones, como el calcio y el potasio a través de las membranas celulares y por ello responsable de procesos tan importantes como la contracción muscular, impulsos nerviosos y ritmo cardíaco.

4. Otras funciones que simplificaremos simplemente nombrándolas son; la síntesis de moléculas, fenómenos de señalización celular, entre otros.

Es fácil hacer una rápida asociación de ideas y vislumbrar cuales son los beneficios que aporta la toma de magnesio en un deportista de cierto nivel ya sea en períodos competitivos como períodos de entrenamiento, entre ellos nombraremos la prevención de calambres musculares al favorecer el metabolismo energético, su relación con el Calcio a nivel de la contracción muscular, la recuperación de fatiga o cansancio, mantener la agilidad mental y reflejos al estar relacionado con la conducción de los impulsos nerviosos (aspecto importante para la psicomotricidad del deportista), prevención del estrés del deportista al producir una relajación nerviosa y permitir incluso una tolerancia diurna al estrés y un mejor perfil de sueño recuperador, recuperación muscular la permitir la relajación muscular y con ello tener un período post competición de recuperación más rápido y efectivo. Posibles riesgos de una incorrecta toma.

Asumimos que la incorrecta toma se debe a un excesivo consumo del mineral a través de la suplementación o farmacología empleada en numerosos deportistas en muchos casos sin el asesoramiento de un profesional cualificado y sin valorar como he dicho al comienzo del artículo, los riesgos de tal consumo.

A través de una alimentación variada y rica en vegetales de hoja verde, a su vez ricos en clorofila; frutos secos, granos o legumbres, cereales integrales, levadura de cerveza.. podemos asegurar que en ausencia de procesos patológicos los niveles orgánicos de magnesio serán suficientes para una actividad física normal e incluso empleando la nutrición como una herramienta preventiva serán suficientes para actividades físicas más exigentes, debiendo recurrir a su suplementación sólo en aquellos casos debidamente justificados.

El exceso de magnesio en nuestro organismo puede producir los siguientes efectos poco deseables en un deportista y en cualquier persona:

1. Fenómenos diarreicos de variable intensidad, este es un efecto bien conocido e incluso el magnesio formulado como sal sulfato o carbonato tiene este efecto laxante buscado en terapéutica, debido a que las condiciones osmóticas en la luz intestinal varían y como respuesta se elimina un mayor volumen hídrico intestinal.

2. Debido a su relación con el calcio y la contracción muscular, el exceso de magnesio puede producir estado de hipotensión (tensión arterial por debajo de los valores fisiológicos establecidos como normales) con lo que el deportista puede tener la sensación de cansancio o bajón energético en principio ilógico para su condición física unido a una relajación muscular incomprensible por el deportista.

3. Por ser responsable directo el consumo excesivo de magnesio en la absorción y biodisponibilidad del calcio, todas aquellas funciones en las que el calcio es un mineral de vital importancia se verán comprometidas, especialmente la cardiovascular, muscular, ósea..y por ello se recomienda la toma combinada de ambos.

Conclusión:

Podemos concluir que el magnesio es un importante mineral en la salud del deportista y en su óptimo rendimiento físico, recomendando la toma de magnesio a través de una adecuada programación nutricional y siempre a través de alimentos lo menos procesados posible, aumentando el consumo de vegetales de hoja verde (acelgas, espinacas, perejil, algas,) cereales y legumbres; y sólo en aquellos casos en los que el metabolismo demande un aporte extra como puede ser en atletas fatigados, muscularmente comprometidos, estresados… emplear suplementos naturales o deportivos como primera arma terapéutica y siendo recomendable que estén combinados con potasio o con calcio, pero siendo siempre conscientes de que el aporte masivo de cualquier mineral y en particular del magnesio puede acarrear efectos secundarios nocivos para el rendimiento del deportista y para su salud.

Helio Méndez – Asesoramiento Nutricional

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